Cada año se está poniendo más de moda celebrar Halloween. No es raro en estos días ver un montón de animales en las redes sociales, ataviados con disfraces muy molestos y con claros signos de estrés y miedo. Si tengo que dar mi opinión, considero que hay miles de formas de disfrutar de nuestros compañeros de cuatro patas… y disfrazarlos no es una de ellas. Además hoy en día hay aplicaciones estupendas para el móvil, en la que introduces una foto y puedes ponerle virtualmente el disfraz que más te guste. Pero entiendo que mi labor no es prohibir si no asesorar, así que aquí os dejo unos consejos:
- Lo primero que valoraremos es qué tipo de prenda está acostumbrado a llevar el animal sin que le provoque molestias: abrigos, collar,…
- Ten en cuenta que llamará la atención de la gente y más de uno querrá acariciarlo. Si no está acostumbrado al contacto con muchas personas o tiene miedos… no le expongas a ello.
- Cuando salgáis a pasear, intenta evitar las zonas con mucho bullicio.
- Presta atención a su lenguaje corporal y observa que está cómodo, contento, que no echa las orejas para atrás, que no mira de reojo, que no mete el rabo entre las piernas o que rehúsa andar. Los premios nos pueden servir para evaluar su estado de ánimo porque si no quiere coger lo que normalmente le encanta, es que algo no va bien.
- No puede ir disfrazado todo el día, lo mismo que hacemos cuando lleva un abrigo.
- Evita máscaras, sombreros o disfraces que tengan elementos que le den miedo, que cuelguen, sobresalgan o que hagan ruido.
- Busca complementos adecuados como un collar, un abrigo… si no, aprovecha a disfrazarte de un personaje al que le acompañe su mascota sin necesidad de disfrazarlo.
- Hay que tener especial cuidado con los gatos, son muy sensibles al estrés y están menos acostumbrados a usar prendas que los perros.
- Recuerda que el objetivo de una fiesta es que todos los que participen se diviertan.
A continuación os dejo algunos ejemplos de lo que puede valer y de lo que nunca se debe hacer:
Ejemplos de disfraces a evitar
Ejemplos de disfraces que pueden valer